Reapertura y cambio radical

"Dejé pasar mi oportunidad, ya no estás..."

Estas palabras son tan ciertas ahora como cuando Alex las escribió en una de las mejores canciones (si no la mejor) de nuestro extinto grupo.

¿Extinto? Sí, desgraciadamente es cierto. Os copio lo que publiqué en el ahora inútil y nunca inaugurado foro de Farewell:

"ANUNCIO IMPORTANTE: Disolución

He tardado mucho en poner esta noticia, ya que la discusión que motiva esta disolución tuvo lugar a primeros de Abril. En mi inconsciencia y estupidez pensé que la situación se podría reconducir, pero al parecer era el único interesado en ello.

Finalmente y por motivos que quedan en privado y en el ámbito personal me doy por vencido. Confirmo la disolución del grupo y la aparentemente inevitable muerte de Farewell como proyecto. Si me veo con fuerzas y ganas trataré de crear un nuevo grupo con las canciones que escribí y temas nuevos que no llegamos a tocar en el grupo, dejando de lado, como es lógico, aquellas que no fueron creación mía.

Sin más me despido de la gente (amigos en su mayoría) que nos prestaron su apoyo y vinieron en alguna ocasión a vernos ensayar.

Con todo el cariño de este mundo gris,

Altair"


Os preguntaréis (o no) a qué viene todo esto. Bien, han transcurrido largos, muy largos meses desde la dolorosa "catarsis", dolor en parte atenuado por mis múltiples obligaciones. Pero el hecho es que jamás he dejado de pensar en ello, de sufrir y dejar volar el tiempo esperando olvidar mis sueños.

Llevo desde entonces dándole vueltas a mi vida, a mi situación. La conclusión a la que he llegado es que soy lo que la sociedad considera un "perdedor": 25 años largos, con un trabajo de pocas horas sin contrato, incapaz de terminar la carrera (y van ya unos cuantos añitos) y fracasado en todos y cada uno de los proyectos que he emprendido.

Además encuentro frente a mí el hecho innegable de que ciertos pilares de mi día a día, ciertas personas vitales para mí, han desaparecido de escena por diversos motivos justificados. Una boda aquí, un trabajo agotador allá, una pelea o dos para aderezar. Poco me importa el por qué... tengo la desgracia de necesitar a esas personas, de quererlas profundamente (doy gracias por aquellas que aún permanecen a mi lado y me alegran con su cariño)

Y sin embargo no se rendirme. Dice una magnífica canción de Avalanch que lo que define a un hombre no es la forma de caer sino la forma en que ha de levantarse... Otra reza así: "cien veces caído, cien veces me levanté". Sin duda esa persona soy yo, o al menos tanto como la otra. Una azul, otra gris.

Lo cual me lleva al principio de esta entrada, la canción de Alex (cuya letra no reproduciré entera pues es suya tan solo). Por alguna extraña razón sus palabras llevan azotándome la mente desde hace varias semanas, quitándome el sueño, saltándome las lágrimas, despertando mi melancolía...

Me he cansado. Estoy harto. He dejado pasar el tiempo luchando, sí, pero a medio gas, abandonando los lápices, el bajo, las pinturas, el teclado y casi todas las facetas de mi ser que me hacen feliz. Nunca más.

Toda esta parrafada, queridos amigos, no es más que una manera de ordenar mis ideas y al mismo tiempo presentaros la nueva etapa del blog, que pasa de ser de un grupo, mi grupo, a ser mi blog personal...

¿De qué va a tratar? Pues de todo un poco. De mis aficiones, de los distintos proyectos en los que me embarque, de mis paranoias, miedos e inquietudes y de las frikadas varias (rol, comics, etc) que me acompañan día a día. Lo que es un blog personal, vaya.

Sin más palabrería redundante me despido de vosotros (seáis quienes seáis) con un fuerte abrazo.

Altair.