Os pongo en situación: 20:10h, centro de Sevilla, lluvia intensa, 4km hasta mi casa. Espero más de 20 minutos y como veo que no escampa me pongo en marcha, calándome poco a poco. El caso es que en el trayecto hay varias zonas techadas o con balcones por las que pasar sin mojarse... pero las encuentro atestadas de gente CON PARAGUAS, impidiéndome pasar. Les toco el timbre, miran con cara de pocos amigos y ahí siguen, caminando bien cubiertos con sus paraguas y dejando que alguien que no dispone de medio para cubrirse se moje.
Llegado al Prado me incorporo al carril bici, el cual se INUNDA en varias zonas, especialmente los laterales, cuando llueve... ¿qué me encuentro? al menos seis personas, con paraguas, faltaría más, ocupando TODO el ancho del carril. Me ven venir, les doy un toque de timbre para ver si al menos se hacen a un lado y me dejan pasar... pues no, me toca esquivarlos y comerme charcos porque a ellos no les da la gana de moverse de su sitio.
Con un cabreo importante tomo el tramo del parque de bomberos y... ¡un todoterreno CIRCULANDO por el carril bici! No aparcado, ni obstaculizando, circulando por el caminito verde como si fuese un carril adicional de la calzada, una vía de servicio para conductores caradura. A punto estuvo de haber un accidente con un chaval que venía de la curva del final del tramo y se encontró el coche de frente. Yo sencillamente tuve que esperar detrás del coche empapándome aún más. Lástima no haber podido sacar una foto a la matrícula del hijo de la grandísima puta del 4x4.
Y ahora me pregunto ¿por qué esta falta de humanidad, solidaridad y empatía? Está claro que todos barremos para casa y que en muchas ocasiones cometemos descortesías sin darnos cuenta, pero ¿a este nivel?
Está claro que, desgraciadamente, esta sociedad deriva, cada vez con más empuje, al "yo, mío, para mí y si sobra, me lo quedo". Y encontramos gente pudiente mandando a todos sus hijos y sobrinos a pedir viviendas de protección oficial (y encima si les tocan, se ofenden y montan una escena si les deniegan la concesión). Y alumnos que viven en un piso de estudiantes a 30 metros de su facultad recibiendo considerables becas de transporte porque ponen como domicilio el de sus padres en "villalaquintapuñeta". Y un sin fin de chanchullos, veleidades y actos de puro egoísmo.
Vale, el ser humano es egoísta por naturaleza... pongámosle un límite ¿no os parece?
23 de febrero de 2008
Insolidaridad alarmante
Etiquetas:
Bici,
Reflexiones
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1 comentario:
Hi,
pues sí, cuanta razón que tienes. Y es que el ser humano se merece la destrucción y exterminio.
Lo peor de esto no es ya que lo hagan sino que además, nadie les rechista. El que peor parado sale es aquel que aún "tirando pa casa" procura hacer las cosas bien. Ese al final es el que, como se le crucen los cables, tien las de perder. Nos vamos por un sumidero y, en algún momento alguien tirará de la cadena.
¡Indignación!
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